Un estudio reciente de Armengot et al. examina el impacto ambiental de distintos sistemas de producción de cacao, centrándose en contextos de pequeños agricultores. La investigación compara cuatro sistemas de cacao joven: monocultivo convencional, monocultivo ecológico, agrosilvicultura convencional y agrosilvicultura ecológica. Utilizando un enfoque de evaluación del ciclo de vida (ECV), el estudio evalúa el nexo alimentos-energía-agua y diez categorías de impacto ambiental, como la huella de carbono y el uso del agua. Los resultados revelan que los sistemas agroforestales, especialmente cuando se gestionan de forma orgánica, tienen mejores resultados medioambientales que los monocultivos convencionales. Los sistemas agroforestales mostraron una mayor eficiencia energética, un menor uso de recursos no renovables y una reducción del impacto ambiental, a pesar de una huella hídrica ligeramente superior debido a un menor rendimiento en los primeros años. Para los pequeños agricultores, la adopción de prácticas agroforestales y de gestión orgánica puede conducir a una producción de cacao más sostenible, una mayor eficiencia energética y la diversificación de las fuentes de ingresos a partir de cultivos adicionales como el plátano y los árboles madereros. El estudio subraya la importancia de diversificar la producción y aplicar prácticas culturales como la poda y la fertilización orgánica para mejorar la sostenibilidad del cultivo del cacao.