En 2014 se inició un proyecto de cultivo en Tiassalé, Costa de Marfil, financiado por Fredy Hiestand y dirigido por Johann Dähler. ECOTOP se encargó de la instalación y el apoyo agrícola del proyecto. En una superficie de 60 hectáreas, en la que durante más de 30 años se cultivó piña en monocultivo, se pretende reintroducir la sabana degradada en un ecosistema forestal productivo mediante la aplicación de los principios de la agrosilvicultura dinámica.
Cultivo del cacao: Los árboles de cacao se plantan en hileras separadas 3 metros entre sí, con 4 metros entre hileras, lo que resulta en una densidad de aproximadamente 833 árboles por hectárea.
Cultivos intercalados: Entre las hileras de cacao, la hierba de sabana (Panicum maximum) se cultiva para la producción de biomasa, que se corta regularmente y se utiliza como mantillo para los cacaotales.
Plantaciones diversas: El sistema integra plátanos, anacardos, diversos árboles frutales, especies madereras de alta calidad y palmeras de aceite entre los cacaotales. Además, se plantan árboles de caucho a intervalos de 16 por 6 metros, creando sinergias entre los cultivos de caucho, anacardo, palma aceitera y cacao.
Una evaluación realizada en 2019 por estudiantes de máster de la ETH de Zúrich reveló varios resultados positivos:
Mejora del suelo: En cuatro años, el enfoque agroforestal dinámico produjo mayores concentraciones de nutrientes, redujo la compactación del suelo y aumentó la capacidad de retención de agua.
Biodiversidad mejorada: La plantación presentaba una rica diversidad de plantas, insectos y aves, lo que contribuía a un ecosistema más resistente.
Beneficios microclimáticos: La diversidad del dosel vegetal proporcionó sombra, lo que se tradujo en temperaturas más frescas y un entorno más confortable en comparación con las plantaciones de monocultivos cercanas.